miércoles, 16 de marzo de 2016

EL CLAN, una experiencia maravillosa como actor

Con mucha sorpresa y emoción, recibí un mensaje en mi correo personal, proveniente de España, de un importante colega ventrílocuo, Isidoro Golman, con quien nos conocemos solamente vía internet y desde hace 17 años, y reconocí que aún en la distancia, un afecto es verdadero cuando perdura en la memoria, no hace falta el contacto personal, sino el permanecer uno en la memoria, el corazón y el reconocimiento por el otro. Él es una gran figura en su país, y aconsejo ver sus videos, así  como conocer su trayectoria que es muy importante.

Y lo sorpresivo de ese mensaje como aludo más arriba, que tras ver la proyección en España de la película EL CLAN producida y dirigida por Pablo Trapero y la actuación de Guillermo Francella, donde pude compartir mi trabajo humildemente realizando el rol de "El Comodoro". mi querido amigo y colega no vaciló en escribirme no solo para felicitarme por la labor realizada y destacarla, asombrado también porque según sus palabraas no imaginaba un ventrílocuo como actorm, también  adjuntó fotografías que yo no tenía, en cuanto a secuencias del film, capturadas de pantalla y aquí las publico. 


Si bien, todos mis amigos y conocidos, siempre tienen alguna palabra agradable para decirme o recordarme, más el simpático hecho de llamarme "Comodoro", lo cual agradezco por considerarlo una caricia al corazón,  en este caso y desde otro continente también hubo alguien que despojado de egos o vanidades, no titubeó en hacerme llegar tan hermoso mensaje.



Ojo, es el segundo que tengo, el primero fue de mi ahijado artístico, el Señor Perez de España, otro genial ventrílocuo de la península, quien ya es parte de mi familia. Por lo tanto siento que mi corazón ha dejado una parte suya en España, y aunque no me agrada viajar más de 50 Kms. de mi casa, ahora siento la necesidad de volver allá, de visitarlos, de estrechar en un abrazo a Isidoro Golman y Tony Perez, a toda la gente de la UNIMA ARAGON, Miguel Fernandez, y toda esa gente hermosa que en su momento me brindaron tanto afecto a mí y esposa, constituyendo uno de los más gratos recuerdos de mi trayectoria artística. 



Todo suma, y especialmente el afecto de quienes nos rodean, aún más, por eso gracias, a Dios y todos los que se cruzan en mi camino con las mejores intenciones y dispuestos a compartir este milagro de Vivir.