Como cambia la vida, parece mentira, finalmente vivir es un arte el de entender como ocurren las cosas, por qué pasan, como afrontar la realidad, y muy especialmente el aceptar los resultados especialmente si no son a Ganador.
He vivido con intensidad, no dejé un solo paso sin dar, jugué, probé, perdí, gané, pero las pérdidas a la larga fueron positivas al transformarse en Experiencia, Aprendizaje, y lo mejor de todo, utilizar ello para ayudar a otros, entender que su actitud era la misma que había tenido yo, que no debía cortarla aún sabiendo que podría fracasar, pero lo mejor que nos puede ocurrir es dar pelea, nunca ir para atrás, salvo cuando la prudencia y la razón sean lógicas para evitar un daño a terceros o propias, pero por cobardía, falta de decisión, temor, jamás.
Luego de avanzar en muchos campos donde como decía finalmente todo es positivo hasta lo malo por transformarse en conocimiento y formar una historia, esa que nos hace concluir que no pasamos por la vida sin pena ni gloria, que hemos Vivido realmente, que fuimos útiles en el mejor y la mayoría de los casos, que en mi creencia me siento cumplido en mi ejercicio como soldado de Dios y mis convicciones cristianas, nunca mal para nadie sino beneficio para todos, que nada tiene que ver con el buen o mal carácter, esa es una circunstancia que el ignorante o el envidioso nos endilgará para quitar mérito a nuestros mejores propósitos y logros. Todo a favor de alguien, de la humanidad, de la vida, un culto a la Fe.
Todo llega a un final, es inexorable, nadie puede comprar su sitio en la vida, ésta te puede cambiar el plano cuando se le ocurra y se debe estar preparado, para estudiar, entender y aceptar, acomodarse a la circunstancia y reaccionar de acuerdo al sentimiento, sin pretender recompensas ni exigir venganza o reciprocidad, cada uno debe entender que lo que le ocurre es solo a él quien le toca sufrirlo o alegrarlo en el mejor de los casos pero en definitiva lo mejor que pueda ocurrir es Aceptar las cosas como son y no como uno pretende que sean.
Hace cuatro años, era un toro que peleaba sin importar las banderilla que se clavaban en el cuerpo para desangrarlo, no había forma de detener tanta bravura. Un error del médico ocasionó una lesión cardìaca que devino en infarto y luego la salvación colocando un marcapasos. Al año siguiente, producto tal vez de un tratamiento de anticuagulación, se asoció con otro problema añejo, de tal vez diez o doce años que no se notaba, pero provocó un sangrado en el cerebelo manifestado en lo conocido como ACV accidente cerebro vascular. También la solución devino en una cirugía peligrosa con muy poca posibilidad de ser superada y en ese caso con increíbles secuelas, que tampoco fueron, volví a la vida y las secuelas se van recuperando, aunque tal vez no regrese más a la normalidad, serán algo más aceptables. Y como frutilla del postre, todo concluye en un nuevo tumor esta vez en un riñón, que no ofrece otra opción que la de ser extirpado y someterse a un nuevo estilo de vida, con muchas restricciones de todo tipo, pero lo importante, Seguir Viviendo, disfrutando de todo, pero con energía controlada.
He vuelto a nadar, mi pasión, de aquellos diarios 2.000 metros sin parar, en estos cuatro años se fueron aminorando en 1.500, 1.000, 500 y al día de hoy tan solo 100, un intervalo de dos minutos y volver a otros 100, pero Seguir Viviendo, sin perder la sonrisa, porque la lágrima que surgió del ojo sano, tenía la misma temperatura que el agua del natatorio, y se trataba de una expresión confusa, por si era la tristeza de reconocer haber perdido mucho, o tal vez la alegría de haber Ganado todo, y mucho más especialmente, la emoción que detrás de todo esto se encuentra Él, mi Dios, que me sigue acompañando. Por eso una vez más, ¡¡¡¡Gracias Señor!!!!