GRANDES SATISFACCIONES TE DA LA VIDA

Así como dice el título de esta nota. Las grandes satisfacciones que me ha dado la vida, gracias a Dios son muchas, y en la total mayoría, nunca tuvo que ver el dinero o el poder. Dinero nunca he tenido, o al menos el que pude ganar con mis manos. Poder sí tuve o tengo, pero siempre al servicio de quien me necesitare, para defender o proteger al que no podía hacerlo por sí mismo, nunca lucré con ese poder otorgado por el Estado Nacional.

Mi vida tuvo o tiene dos fascetas, una signada por el compromiso de una vocacion basada en el amor al prójimo, y la otra aunque no parezca ostenta la misma mediana, soy Artista también por amor a los seres humanos, por un deseo intrínseco de hacer feliz a alguien, darle buenos momentos, entretener sus momentos difíciles aunque los mios en algún momento también lo fueren, pero esa es la consigna de los artistas, El Espectáculo Debe Continuar. La vida es un espectáculo donde todos somos protagonistas y debemos intentar interpretar el mejor papel, el de lo correcto, lo humano, solidario, humilde, con fuerza para tomar otras manos y ayudarlas a avanzar por el camino de tormentas o para balancearlas alegremente con ritmo en los momentos agradables que nos toquen vivir, y que generalmente es un logro de nuestras propias acciones, por eso también el otro dicho Sembrar para Cosechar, y que la vida es un Boomerang, que todo vuelve.

Todos estos conceptos solamente por el hecho de mostrar a mis amigos Romina y Jorge Lomanto, hija y papá, con una vida muy similar a la mía respecto de mi hija, y en general, una misma forma de sustentar la familia, muchas coincidencias. Todo ello nació gracias a Internet, y en ese entendimiento, ¡Gracias Dios!, se fue conformando una amistad cibernética que se concretó hace un año, cuando ellos viajaron desde Pergamino a Buenos Aires para ver mi actuación en la obra GALERIA de Carlos Mathus en el teatro EMPIRE, algo que en su momento me emocionó, que también me hizo poner colorado, porque ¿quién era yo para merecer tanta delicadeza y atención?, ¿qué gran artista era yo que merecía semejante sacrificio de estos dos grandes y hermosos seres humanos?, y ahora, la dulce Romina me vuelve a escribir enviándome la foto de aquel encuentro recordándome que pasó un año.

Por esa razón, porque no se trató específicamente de un Artista sino de seres humanos que lograron vincularse exitosamente, por eso, por eso mi gran alegria y no dudé de plasmarla para compartirla enmi blog.

Gracias a Romina y don Lomanto, gracias por estar en mi vida.