Cuando alguna vez alguien me llamó Cholulo sentí vergüenza, me pareció que ser eso era cuestión de mujeres, y quedó la pelota picando en el área.
Luego pensé, ¿a qué llaman ser Cholulo?, ¿acaso a demostrar admiración por alguien que si se lo encuentra en forma personal seguirlo, saludarlo, darle la mano o tomarse una foto es ridículo?.
Entiendo que eso es la generalidad, y le daría dos categorías al Cholulismo , una de carácter general y otra de carácter particular.
Seguidamente, sí aceptaría avergonzarme de pretender acercarme a pedir una firma o tomarme una foto con cualquier persona por el hecho de estar en televisión, o ser popular, pero que en realidad es un pobre tipo o mujer que logró esa imagen sin tener sustento, es decir, categoría, talento, profesionalidad, solo por el hecho de hacer algo frente a una cámara que reproducirá su cara ante millones de personas pero que en definitiva, insisto, no vale un comino, caso de personajes impresentables a los que les dan categoría de Actor, Capocómico, etcétera, que en realidad dan vergüenza ajena y prefiero no hacer nombres.
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También se trata de Famoso a cualquier pelagato. Famoso es quien ha logrado Fama a través de una trayectoria especial en la vida que lo ha mostrado como alguien especial, diferente, y que puede ser famoso tanto por bueno como por malo, hay asesinos Famosos. Por eso prefiero el término Popular o su categoría inmediata inferior, Conocido. Hace poco un vecino del edificio en que vivo, sube conmigo al ascensor y a raíz de haber visto una nota mía en la revista Viva del diario Clarín, dijo ¡___ Estoy al lado de un Famoso!, y solo sonreí para no pasarme tres horas explicándole lo mismo que en este momento escribo en mi blog, pero de lo único que me sentiría famoso, es por haberme comido varias pizzas doblándolas en dos a la mitad, ocho porciones y que no me temblara el pulso hasta la última miga. Claro, esa fama me costó 195 kilos que tuve que eliminar mediante By Pass Gástrico, es decir, finalmente, sería Famoso por lo Gordo Imbécil, ahora por lo menos dejé de ser Gordo.
Volviendo al Cholulismo. Considero que mi caso es el caso del Cholulo en Particular, porque me he detenido, saludado, conversado, compartido momentos, estrechado la mano y tomado fotografías con personas a las que admiré por sus condiciones de Ser Humano, o de Artista, como asi tambiën no admirarlos pero vivido la situaciön casi ünica o poco comün; situaciones que otras personas no podrïan haber vivido y yo tenïa esa oportunidad; como haber estrechado la mano de presidentes argentinos; aunque no los apreciara; pero por su condiciön del cargo que ostentaban; y tambiën a cientïficos; o personajes que sï eran populares por alguan situaciön; ejemplo la Gorda Matosas en River, o La Raulito en Boca, me quedo con la última porque soy bostero.
Pero bueno, toda esta explicación viene al caso porque siempre nombro a muchas personas con las que me comporté como un Cholulo, no me arrepiento ni me da vergüenza, es más, quisiera volver a tenerlas a mi lado, compartir momentos con ellas porque sí valían la pena, y me refiero especialmente a los que ya no están, con muchos de ellos tengo anécdotas para contar, como por ejemplo, Pepe Biondi, Karadagian, Norberto Aroldi, Jorge Porcel, Alberto Olmedo, José Marrone, El Indio Apachaca, Alberto Ocampo, Juan Carlos Altavista, Mister Chasman, Caloi, Homero Expósito, Pepito Avellaneda, algunos que gracias a Dios aún viven con los que estamos alejados por distancia o por trabajo como Osvaldo Piro, María José Mentana, el Enano Miguelito, y algunos más que si los recuerdo vuelvo a editar esta nota, pero todos ellos participaron en mi vida de alguna forma, tengo gratos recuerdos de todos y cada uno.
Por eso, y por la calidad de los nombrados, ¡Qué me importa ser Cholulo!, Cholulo sí, y con un bagaje de recuerdos guardados en la memoria, el corazón, en fotos, grabaciones, que son mias, para revisarlas yo cuando quiero, para mostrársela a quien me aprecie y además me comprenda, claro, a otro CHOLULO
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