No será la primera vez que hablo de él, ni tampoco la última, porque él da mucho que hablar, me refiero a Daniel Riera.
Si bien todos mis alumnos de ventriloquia se han distinguido por su arte, hago un aparte con Daniel porque no solo aprendió las técnicas y modalidades del arte, sino que de su propia cosecha, basado en un talento increíble, creatividad y esa característica suya de luchar por conseguir los objetivos, pero dándoles la suficiente impresión para hacerlos concretos y positivos, fue más allá de las clases personales para erigirse como productor de sus propios espectáculos de los cuales ya lleva muchos personales y otros tantos en sitios importantes, más haber creado un personaje único con una rutina que será difícil imitar, titulando dicho personaje en Los Casadores, que se refiere a un Juez de Paz trucho que casa a una pareja, recreando en forma humorística una situación compartida con las personas que suelen asistir a un evento social de ese tipo, logrando momentos tanto emocionantes como cómicos e inolvidables.
Ahora no solamente el distinguido periodista y escritor que conocí otrora sino que es un profesional de la ventriloquia distinguido.
Por tal motivo, este año decidí otorgar a mis alumnos y discípulos un certificado que nos mantenga emparentados o identificados con un estilo de realizar nuestro arte, y por supuesto con un trasfondo lógicamente afectivo, al que nos llevó la experiencia de compartir el momento de la enseñanza. Siempre digo, no soy profesor de nada, simiplemente utilizo la buena predisposición, talento e inteligencia de las personas para ayudarles a lograr su anhelo o propósito más rápido, ya que la finalidad del artista en este caso ventrílocuo, es cultivar el buen humor o la transmisión de vivencias para lograr momentos de esparcimiento, alegría, que contribuyen a una buena calidad de vida, quien puede reirse, difícilmente necesita medicamentos químicos, la risa es salud.
Entonces, esta es la muestra del primer certificado y la expongo en esta nota, se trata de la primera que entrego, luego haré lo propio con mis demás alumnos y pronto en España con los que allá me esperan y que les voy a informar en otra nota.
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