Como estaba previsto, se llevó a cabo el martes 21 de mayo en el hall central del edificio confitería del Círculo Policía Federal Argentina, Campo Libertador, gracias a la buena voluntad y apoyo de la honorable Comisión Directiva que me brindó esa extraordinaria posibilidad.
Las palabras iniciales fueron vertidas por mi hermano de profesión, Comisario Inspector (R) Gustavo Jesús Pelayo quien se hallaba acompañado por su esposa, y no es la primera vez que están a mi lado en las buenas y en las malas, estas fueron sus palabras que voy a copiar textualmente porque fueron una caricia maravillosa y que guardaré especialmente para mis nietos que sepan como era yo considerado por mis amigos.
Esto dijo Gustavo Jesús Pelayo.
La vida a veces se encarga de traernos hermanos a los que denominamos
Amigos…, y son como los de sangre, que
están ahí, ¿y cómo te das cuenta que son ellos?, … cuando ejercés el derecho a
enojarte, confrontarlos, y hasta
insultarlos,… ¡pero ojo!, que nadie ose
hablar mal de él delante de mí.
Bueno, hace 50 años me alcanzaron un puñadito de éstos en el internado
que selló nuestro destino.
Camaradas, amigos o personas amigables fuimos todos, con unos más, con
otros menos, luego la vida nos fue alejando, pero a los hermanos les seguimos
los pasos de cerca.
La amistad tiene una ventaja sobre el amor, no requiere confirmaciones
permanentes. Uno puede pasar meses o años sin contacto, pero al primer amago de necesidad, ahí está,”pa lo
que guste mandar”
Miguel Lembo es uno de esos hermanos de mi vida, pero también, al ir
amontonándose los años, se fue transformando en un ejemplo, en un hombre admirable, y no porque sea un “luchador
incansable”, sino porque se cansa, y a pesar de eso, continúa luchando.
Cuando se le quita el barniz con el que pretende presentarse ante el
mundo, reconocemos principalmente tres características: La VOLUNTAD, la RESILIENCIA (que es la capacidad de
sobreponerse a la adversidad) y el AMOR A LA HUMANIDAD. Con esas tres premisas
ha recorrido la vida.
Como “Servidor Público”, puso énfasis
en la palabra “Servidor” a tal punto que estoy seguro muchas veces se
esforzaba tanto para ayudar, que habrá dibujado sonrisas de ternura en el cielo.
Siempre cabalgando entre las artes y el servicios, y a veces, convirtiendo
el servicio en arte, y sintiendo el arte
como un servicio.
Es Profesor de Danzas Folklóricas,
payaso, acompañante de Los Payamédicos,
músico, letrista, compositor,
poeta, maestro de ventrílocuos y escritor, como ven, agobió las artes
desde muchísimos ángulos, y lo hizo con la autoridad y autenticidad de un
autodidacta, Párrafo aparte, me merece – en mi calidad de cinéfilo – su excelente
papel en una película que batió records de público y que fuera seleccionada
para el OSCAR.
La Vida no fue gentil, con él. Lo
abrumó con sus problemas de todas clases, tuvo que soportar desde vilezas,
hasta serias enfermedades, desde tumores cerebrales operados, hasta
extirpaciones renales sin contar uno que otro by pass y pataletas varias.
De esos trances salía fortalecido
y con la guardia armada para enfrentar lo que venga. Tengo fresco la memoria
hace pocos años que más de una vez, cuando la situación pintaba muy mal, el
Cielo le hizo “OSSSSSOOOOO”. Es tan grande
su resiliencia, que internado y todo, se llevaba el muñeco al hospital y
les daba espectáculos a médicos, enfermeros
y técnicos transformando el inevitable dolor en la elegida alegría.
Y no crean que les hablo de un hombre de permanente buen humor, ¡No! Lo enojan
muchas cosas, y no las calla. Las infamias, las injusticias y según él ,….los Boludos, no se da cuenta que todos integramos ese colectivo de una u otra
forma)
Hace cinco décadas, mientras
caminábamos juntos con una cartilla en la mano
simulando estudiar, por los senderos de los jardines de La Falcón, desgranábamos
nuestros temas: libros, poemas, folklore, cine…, Él fue elegido para ejecutarlos, yo fui seleccionado para alentar y aplaudir.
Claro que una vida de esas características no se puede sobrellevar
con sonrisas si no tienen un secrete que le te permite
rehacerte una y mil veces…, que cuando trastabilles te abrace y te contenga,
cuando titubees, te empuje…, en Su caso, el secreto es simple y hermoso, se
llama Alicia PARIS, y ya van como 45
años que vela por él y es irrefutable
que ella,…, tiene el Cielo asegurado.
“La memoria de un hombre no
es una suma: es un desorden de posibilidades indefinidas” (Borges), pero, en el disco rígido de Lembo, se han ordenado algunos
pasajes con buenas dosis de comicidad que decidió compilarlas en un libro al
que tituló “Anécdotas Policiales con
Humor y Algo Más”.
Este libro es un anecdotario de 19 capítulos, que también pinta de pasada lo que fue décadas atrás, la
realidad de una Comisaría, o de un Cuerpo de Vigilancia, y las curiosidades del
cotidiano hacer de cualquier policía.
En él, deambulan personajes varios, desde maridos infieles a borrachos
irreductibles, que transforman a policías en vagones de tren. Problemas que
requieren de un sagaz detective y son
resueltos por … el Muñeco “Pascualito”.
En fin, cada capítulo nos proporciona una anécdota y no es prudente comentarlas
en aras de la sorpresa.
Como un libro del inefable Lembo no podía ser Normal, el agregado de “y
Algo Más”, alude a un selector recetario de comidas habituales del pueblo
argentino, que de ensayarlas muy seguido sería procesado por tráfico ilícito de
colesterol.
No deseo abundar en un libro que debe ser comprado y leído por ustedes.
La última anécdota a mí me tocó profundo por el conocimiento que tengo
del corazón de mi amigo, y casi me quiebra, cosa nada difícil ya que soy de
lágrima fácil, defecto que se agrava con los años, por lo que quiero terminar este momento leyéndoles textualmente
un párrafo de este cuento que lo pinta de cuerpo entero…, “toqué la trompeta, el tambor,
el trombón y los platillos de la orquesta, y finalmente salí a la pista con mi
traje de payaso, y terminé la función pegándole unos sopapos a la tristeza” ..
Aquí está mi amigo Miguel Ángel
Lembo.
Gustavo Jesús Pelayo 21 de mayo 2019
Otro ALGO MAS para agregar y muy importante
Como siempre mi agradecimiento infinito a este hijo que Dios me dio, por su permanente apoyo y consideración a cada idea loca de su papá homus rarus y que hallándose a días de cumplir su proyecto de participar en el Triatlón Ironman en Florianápolis, con toda la responsabilidad que ello imiplica y haber pasado por un extenso entrenamiento de horas y días, con frìo, calor, dietas, restricciones, no titubeó en preparar el sitio para que yo concretara mi humilde presentación del libro. Ingnoro qué puesto obtendrá en el certámen pero en mi corazón ya ganó el Primero, es un real Campeón de la Vida, te quiero Miguel Ángel Junior.