No podía ser de otra forma. Tarea cumplida. No importa el puesto, ni las marcas, que además han sido buenas, el logro mayor fue otro. Cumplir con un compromiso, lograr un sueño, mostrar al universo lo que se puede lograr con trabajo, empeño, esfuerzo, honestidad, respeto y amor por la vida, por las personas, por la Familia.
Miguel Ángel Lembo hijo, trabajó denodadamente mucho tiempo y realizando grandes esfuerzos, con un solo ideal, llevarle la contra a Calderón de la Barca, los Sueños, sueños son, decía el escritor, mas Miguel dijo que no era así la cosa, que se
pueden hacer realidad, y que conllevan otros beneficios o logros por cuanto arrastran situaciones especiales, realidades que exigen solo un requisito, poner manos a las obra, con responsabilidad, interés y vocación, lo demás viene solo, y así fue su sueño se hizo realidad.
Par orgullo de su familia, amigos, colegas profesionales y deportivos, que su éxito de ninguna forma ha de sobrepasar los límites de su humildad, no le ganó a nadie, obtuvo un premio para él mismo, para su satisfacción que se halla transitando por la vida con gloria y alguna que otra pena, por ser humano, claro, pero que todo está al alcance de quien pretenta obtener algo de ese todo, pero tomando nada más que su parte, la que le corresponda.
Su éxito ha sido para que se sientan orgullosas su hija Sofía y Marina, la compañera de batalla
que no escatima tiempo ni fuerza en apoyar sus proyectos, una verdadera Hermosa Familia, a su vez alentada por el resto de la Familia Grande que en esta oportunidad siguió minuto a minuto los pasos de su hazaña, sin darse cuenta nos estuvo dedicando a nosotros ese, Miren soy Yo, soy parte de Ustedes, sientan como los amo, y voy a llegar hasta el final
Lo hizo, estas son las marcas, ahora a festejar al regreso y como corresponde, con Amor.
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