sábado, 25 de mayo de 2019

GRANDES MOMENTOS INOLVIDABLES DE MI VIDA


Quién podría dudar sobre los momentos fundamentales, inigualables, espléndidos, inmejorables, de su vida cuando la adrenalina lo invade, lo proyecta hacia el universo, siente que estalla su corazón, pareciera que alcanzó una cima increíble, la más alta, peligrosa y tal vez la más hermosa donde los ojos se llenan de lágrimas porque no puede creer lo que está viviendo.

Así ocurrió cuando nació Noelia Alicia y Miguel Ángel Jr. mis dos hijos,  instantes de inmensa felicidad, dos milagros, deseos, amor hecho realidad y que hoy, a 40 y 34 años respectivamente siguen vigentes y me mantienen atrapado.

Hubo muchas situaciones increíbles en mi vida, cosas fuera de lo común que en algún momento volcaré en un nuevo libro de anécdotas o en este mismo blog, confieso ser cauto ante la muerte, ya vino por  mí varias veces,  no sea cosa que la tenga que acompañar y no me de tiempo a contar esas cosas que tal vez no les interesen a nadie porque son mías,  aunque pienso que siempre algo queda, que alguien puede identificarse con la situación hasta ayudarle a salir de alguna duda o tomar  una decisión por comparar, y como me sucede a mí algo que me encanta, Aprender, tomar conocimientos de todo y de todos, crecer, hasta el último minuto.

Un momento fabuloso lo viví a  bordo del Crucero BLUE MOON  de la empresa Pullmantour en  su travesía por el Mar Caribe realizando mi espectáculo como humorista y ventrílocuo. Tras haber conquistado un píblico difícil por ser internacional y el humor es muy especial en las distancias, logrando hacerlos reír  y mucho, en la noche de Gala, que significó mi despedida del Crucero, no soporté más estar allí, extrañaba horrores a mi familia, mi casa, mi barrio, esa noche, el maestro de ceremonias que me reemplazaba porque ese era mi cargo, en un teatro increíble, hermoso, con 900 personas atentas al escenario, me enconraba detrás del telón con mi muñeco Alejandro Rey aguardando la presentación. La consigna era que luego del primer aplauso, si el pùblico continuaba aplaudiendo debía volver a salir a escena para  saludar las veces que el aplauso lo requiriese. 

Así fue cuando escucho la voz del presentador que dijo "DESDE ARGENTINA".. y no sé que más, pero ese Argentina fue como una descarga de un rayo sobre mi corazón, estallaron mis ojos en lágrimas, me asusté, pensé en irme, no sabìa qué hacer, pero se abrió la cortina y las poderosas linternas pegaron sobre mi rostro, no había opción, tenía que hacer lo mío, pero ya veía todo en celeste y blanco, veía mi razón de ser, mi amor de Patria, mi orgullo de orìgen,  y de pronto la cosa empeoró,  al interpretar el tango "Cafetín de Buenos Aires", el público comenzó a pararse y aplaudir, ya no sabía ni quién era yo, si cantar, llorar, salir corriendo, fue terrible, pero llegué al final y me retiré con un gran aplauso, éste continuaba y la orden era salir a saludar nuevamente, ahí no pudo ser, me retiré al camarín, mis ojos parecían una ducha abierta, a los dos minutos me abraza el director artìstico y me dice, que se imaginaba lo que estaba sucediendo, que me calmara que pronto me acostumbraría a soportar esa situación, y le respondí que no, que me iba del barco, y me fui. Cuando el comandante del avión anuncia que estamos por llegar a Ezeiza, en el rostro se me dibujó una sonrisa que debe hacer sido muy especial porque mi compañera de asiento me mira sorprendida y pregunta si era la primera vez que venía a la Argentina, y le respondí, TAL VEZ SI...


NUNCA ME HABIA IDO.

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