¡Cuánto hace que tengo abandonado mi blog!. En realidad me cuesta hablar de mí. Puedo hacerlo para otro, hablar y escribir son mi pasión, pero considero que cada momento bueno o positivo en mi vida, cada vivencia en un show, en una acción, en cualquiera de mis actitudes como ser humano, son mías, exclusivas, y que es suficiente que yo esté contento, que lo disfrute quien esté a mi lado en ese momento y que tenga un saldo positivo hacia otro ser humano, comunidad, objetivo de vida de los que me puedo haber fijado, y nada más.
Si bien agradezco los reconocimientos, premios, conceptos halagüeños sobre mi persona, actividad y entorno que me incumbe, cuanto más breves sean mejor, pues aunque siempre estuve de una forma u otra como persona, como artista en todas mis actividades frente a público, es increíble el esfuerzo que realizo cuando me toca participar en situaciones donde se hablará de mí por algún motivo. Por supuesto prefiero escuchar y estar atento a los comentarios críticos sobre lo que hago, cuando respetuosamente se me indique un error, falla, desacierto y que inclusive tambien se me muestre el camino a seguir y si es con ayuda la sabré apreciar también, eso sí es importante para mí, es lo que considero ayuda a crecer en la vida a cualquier Ser Humano. Me duelen, la mentira, la deslealtad, la traición, la injusticia, la indiferencia, y todo aquello que vaya en contra de los principios de la vida y de la fe.
Tal vez sea porque no soporto ver a individuos que reciben premios obtenidos por presiones, lástima, acomodo, compromiso, que ellos mismos saben que lo suyo es solamente marketing para venderse. Creo más en aquel que hace sus cosas desde un segundo plano, sin esperar recompensas, que disfruta íntimamente saber que él pudo hacer esto o aquello, especialmente que le dedique esas acciones a Dios sintiéndose un soldado de las huestes divinas, pero callado, sin decirlo, solamente entre él y su conciencia, no andar cacareando publicitando sus acciones para que lo aplaudan. En fin, no puedo cambiar al mundo, pero sí sé que el mundo no me podrá cambiar a mí.
Entre las cosas que me agradan, está la de poder elegir mi rumbo, el poder decir sí o no de acuerdo a mi voluntad, sentimientos, inspiración o valorización en cuanto a los efectos o resultados de una acción.
Participo permanentemente en notas periodísticas, hablo de mi tarea como artista o de la profesión de Ventrílocuos porque forma parte de la actividad artística, si me quedo callado no podría vender mi espectáculo, es entendible, pero eso sí, jamás voy a autocalificarme, eso es potestad de quien me escucha y agradezco tanto las críticas positivas como las negativas que valoro en forma increíble, lo dije anteriormente.
Tampoco concedo notas o mi presencia en algunas producciones por más importantes que puedan ser a nivel rating o imagen o que sea un programa top de la televisión. A veces me he equivocado y pagué las consecuencias, pero jamás actuaría o concurriría a programas que por más alto rating que posean y sean vistos todo el santo día repetido por otros canales hasta el hartazgo realmente porque esos programas me dan asco, la mediocridad, falta de consideración y respeto a la ética y la sana costumbre, pero bueno, uno tiene la opción de cambiar de canal, mas lo que lamento es que haya tanta y tanta gente que sigue esos programas, me da pena por ver que el pan y circo no se acaba nunca.
Siempre dije que mis favoritos eran Juan Carlos Mareco, Antonio Carrizo y Juan Alberto Badía. El primero partió de gira, al segundo no se lo vé en los medios y tuve la inmensa suerte de participar en el programa Estudio País que conduce el tercero junto a Maby Wells y Martín Jáuregui por el canal 7. Un programa que descolla en cultura, nacionalismo bien entendido en cuanto a respetar y mostrar con orgullo nuestra riqueza nacional en cuanto a lugares, historia, tradición, y todo lo que hace nuestro folklore, sin mirada política o intenciones subliminales, creo que el Señor Badía no podría soportar algo así, su cultura y formación son positivamente especiales.
El productor, locutor y periodista que realizó la nota fue Carlos Lin, quien se convirtió en mi amigo, a partir de la nota, no solo él sino su hermosa familia, esposa Irma e hija Tiziana están ligados a mi propia familia como si nos conociésemos de toda la vida, eso es lo que quise resaltar desde el principio de esta nota, que los premios que más aprecio son los de la vida, de conocer gente y abrazarla a mi lado, como el caso de la familia Lomanto de Pergamino que se tomaron la molestia de viajar a Capital Federal solo para verme trabajar en teatro, ahora también son como de mi familia.
Finalmente, la nota sobre Ventrílocuos y el CIVEAR salió al aire, ya la he de publicar en Youtube, pero quería dejar constancia por escrito de este gran evento por mi alegría de haber estao al lado de uno de mis admirados hombres de la televisión, Juan Alberto Badía, y que el público conozca con seriedad y respeto cual es la vida, la interna que jugamos los ventrilocuos. Ya antes otro excelente periodista y animador había logrado otra nota importante evidenciado capacidad, criterio y respeto, Roberto Pettinato. Por eso, este año 2010 fue un cartón lleno de felicidad, ¡¡BINGO!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario