viernes, 16 de diciembre de 2011

EN VILLA CONSTITUCION

Hacía mucho tiempo que por medio del Facebook me comunicaba con una gran mujer, excepcional ser humano, una señora MAESTRA, no dije docente que es la denominacion de su profesión, digo MAESTRA porque suena con más dulzura.

Además, Ana María GONZALEZ, la MAESTRA, es directora del Colegio León Gauna de Villa Constitución, Provincia de Santa Fe y en su función pone sangre, sudor y lágrimas, alma y vida, vocación, se me hace que ni siquiera saca cuenta de cuánto gana de sueldo que como ya sabemos los sueldos docentes son magros, a ella le importa lo que realmente es el motivo del trabajo por esa vocación innata que demuestra con su accionar.

Mi amiga, Ana María, está en todos los detalles que hacen a una escuela, y porque es una MAESTRA completa, porque hizo de su vocación, profesión y arte, puede dirigir un establecimiento con la soltura e idoneidad que se comprueba al trasponer la puerta de ingreso al querido colegio.

Lo que se observa a primera vista, Orden, Disciplina, Educación, Respeto, Alegría, Familiaridad, Conocimiento, Capacidad de las docentes para llevar adelante su trabajo en coordinacion directa, comulgando espiritual y laboralmente con su directora, son realmente un equipo extraordinario, si hasta el personal de maestranza no se distingue de los docentes porque en el León Gauna no existen desniveles sociales ni culturales, es un todo para todos, quizás afuera del colegio sí existan, es lógico, pero en el ámbito de mi querida MAESTRA, es un solo nivel, EL MEJOR.

Ana María GONZALEZ, pondera el arte como influencia sobre la actividad escolar, el hecho de mantener la alegría, fomentar la creatividad, hacer trabajar a los niños llevándolos a un campo donde se entusiasman ellos mismos por lograr cosas, es increíble, pero esas cosas no son copiadas ni de libros ni de modelos, o en todo caso el modelo son las mismas maestras, es la misma directora que deja el acartonamiento de la característica Señorita Directora, que aparece pintada como una puerta, perfumada como una sucursal de Kartum, con la flor en el ojal, la escarapela y chupando un caramelo entre sus dientes donde se mezcla la blancura con restos de rouge, pone cara de autoridad y cada tanto ensaya una mirada fulminante como para decir Aquí mando yo, no se olviden.

Ana María GONZALEZ, no es nada de eso, es sencilla, humilde, alegre, creativa, se disfraza y no por eso pierde su autoridad y pucha si la tiene, pero ese don de mando lo ejerce a partir de su propia personalidad, con el propio ejemplo de lo que hay que hacer y como hacerlo, no con haz lo que yo digo y no lo que yo hago, ella es de una sola cara, una sola dirección, un solo objetivo, formar Seres Humanos, entendiendo que son niños y se les debe exigir solamente lo que pueden dar y un poquito más, que no se deben atosigar, que todo en la vida es paulatino, que deben aprender a escuchar, la palabra tiene tanta influencia como el libro, y además tiene la calidez que no tiene la fria letra impresa, cuando alguien me aconseja con ternura, cuando me habla claro, con la verdad y me da su ejemplo, no me hace falta que me convenzan de nada más para reconocer que allí está la Verdad, y a los seres humanos nos agrada que nos digan la verdad aunque esta pueda doler, pero la verdad es un tesoro preciado y pocas veces reconocido o practicado.

Estuve allí, no fui a dar un recital ni un show, fui como artista que pasaba por el lugar y quería conocerlos a ellos como seres humanos y darles la oportunidad que ellos estuviesen a un artista en forma cercana, sentarse al lado, conversar, hacer preguntas, compartir una charla, decirles y contarles quien era yo, qué me agrada y qué no, qué consejos les daba en base a mi propia vida y experiencia. Tuve un trato respetuoso y admirable en todo momento, fue emocionante ver esas caritas de sorpresa, agradecimiento, cuando nos fundimos en la unión de personas, ni alumnos ni artista, solo seres humanos con diferentes actividades, porque eso es la vida misma, una sola y que debemos aprender a compartirla, a respetarnos, a conocernos y apreciar las bondades de cada uno, agradecerlas y por supuesto ayudar y enseñar al que no lo entienda así.

Gracias señorita MAESTRA Ana María GONZALEZ directora del Colegio León Gauna de Villa Constitución, es usted un ejemplo y orgullo para mi Patria, me hizo volver a sentir niño, quiero ser su mejor alumno, pero no le voy a llevar una manzana, regresaré algún día para visitarla con mi Pascualito así le toma examen, mientras tanto lo voy a preparar con el mismo amor con que lo hace usted con sus niños. Que Dios la bendiga.

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