Ser Ventrílocuo o hacer ventriloquia, esa es la cuestión.
Serlo significa sentirlo, hacerlo parte de la vida. Hacer ventriloquia es una habilidad de hablar con la boca semi cerrada, adaptarse a un argumento, utilizarlo como medio de vida y nada más que como un hecho comercial.
La ventriloquia, respetando a carta cabal el arte que ella representa, es hablar con la boca semi cerrada, con un tono de voz diferente al propio, el actor, el ventrílocuo crea un personaje al que utiliza como partenaire o co protagonista de un diálogo en base a un libreto preestablecido, sobre el que por supuesto puede realizar agregados de acuerdo al lugar donde se encuentra, dependiendo ello de la creatividad del artista, y pudiendo agregar accesorios como ser cantar, si este tiene conocimientos de música y por supuesto, lo hace bien, de lo contrario desmerece el número.
Ser ventrílocuo respetando la esencia del arte y sumándole creatividad más los sentimientos, lograrán un efecto maravilloso. El que hace ventriloquia logrará un momento bueno y hasta muy bueno, pero carente de espíritu, habrá cumplido con un contrato, tenía que hacer reír, cumplió el objetivo y allí termina todo, en cambio al primero lo seguirán recordando a través del tiempo, porque lo que primó en su acto fue que hizo trascender su humanidad, y eso significó haberle dado vida a un ser inerte, le dio voz a un ángel cautivo.
La ventriloquia, No es para nada Accesorio de la Magia, son diferentes artes, en todo caso un Muy Buen Complemento una con la otra, pero son completamente diferentes, son dos tipos de ilusión, la magia elabora una ilusión misteriosa en cuanto al hacer posible lo imposible. En cambio en la ventriloquia, no es necesario que el ventrílocuo sea mago, fundamentalmente debe ser Actor. la diferencia entre ambos artistas es que el Ser ventrílocuo hace que el actor trate o sienta al muñeco como un hijo, una parte suya, y su relación sea de la misma forma como la tendría con su hijo biológico, El que hace ventriloquia tiene un muñeco al que utiliza como herramienta de trabajo, lo saca de la caja para un show, lo guarda hasta el próximo y lo mantiene para que no se deteriore.
En ventriloquia no hay profesores, sino artistas que nos animamos a enseñar lo que hemos aprendido. En el año 1999 junto a un artista ventrílocuo talentoso, , un ser humano extraordinario, Marcelo Mëlison, hoy residente en el Canadá, y la colaboración de otro gran artista ventrílocuo y mago argentino, Marcelo Bonetti, dimos vida a un proyecto, el Círculo Ventrílocuos Argentinos, CIVEAR, con la idea que el querido Mr. Chasman fuese su primer presidente y agrupar a los artistas argentinos de la especialidad. La muerte del amigo nos jugó una mala pasada. Pero e proyecto siguió adelante, con mucho trabajo, mucho esfuerzo.
En estos diez años hemos logrado ser reconocidos en el mundo entero, siendo la segunda entidad en el mismo y la primera de habla hispana, con 68 ventrílocuos argentinos registrados hasta el momento, sabemos que hay muchos más pero no se acercan a nuestra sede, y en cambio, sí lo hicieron 40 adherentes de otras partes del mundo, América en general, países europeos y con artistas importantes que se muestran orgullosos cuando nos escriben solicitando unirse a nuestro proyecto y por supuesto les damos la aprobación inmediata compartiendo experiencias de todo tipo.
Las reuniones de artistas se realizan desde el mes de marzo a diciembre de cada año, siempre los días primer lunes de cada mes a las 19.30 horas en el Resto Bar NEFERTITI sito en la calle Humberto 1ro. 420 Capital Federal. Allí encontrarán un grupo de amigos. El CIVEAR no tiene nada más que tiempo cronológico desde su creación, pero sus integrantes no tienen tiempo, todos sin excepción son recibidos como viejos amigos, dispuestos a ayudarles, asesorarlos y compartir un rato ameno.
He publicado un libro titulado VENTRILOQUIA y HUMORISMO, Técnica de las artes para hacer reír, por editorial DUNKEN, donde podrán aprender mediante un lenguaje ameno, de fácil entendimiento, todo lo referente a los principios de la ventriloquia. Respiración, la voz, su cuidado y mantenimiento, técnicas de hablar con la boca semi cerrada, puesta en escena, como redactar un libreto, libretos modelo, y una segunda parte donde también enseño a contar chistes, como se seleccionan, elaboran, qué hay que tener en cuenta para no fracasar y resultar exitosos en una reunión o utilizarlo en forma profesional, más una selección de chistes para ir aprendiendo y que además sirven para las rutinas de ventriloquia, donde solamente hay que convertirlos en diálogos.
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